lunes, 8 de julio de 2013

12 de marzo de 2013

Hay un duende que sabe dónde acaba la ruta del arco. Y hay otro duende que sabe dónde la ruta comienza. Cuando mis ventanas los encuentran me cuentan con emocionado silencio de agua sus mágicos y cóncavos recorridos. Alegría.


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